Desperté esta mañana, desperté sólo,
no sé di dormí acompañado, creo que sí.
Los autos están más ruidosos esta mañana,
El despertador lleva doce minutos sonando.
Levanto mi cabeza y la dejo caer,
el dolor en mis sienes me atraviesa,
cruza mis incipientes canas,
cruza mis pensamientos turbándolos.
El techo está donde mismo,
El sonido de los niños en el colegio,
una pelea en un departamento vecino,
la música adolescente estúpidamente matinal.
Una marca de lápiz labial en la almohada,
el maldito reloj que sigue torturándome,
mis pasos lentos, mis ojos rojos,
dos copas vacías, dos tazas de café a medias.
Un correo electrónico entrando en mi computador,
es ella saludándome, dándome los buenos días.
El aire entra por la ventana, frío y cortante
azotándome la espalda desnuda.
Otro día, otra noche, ¿tengo reunión temprano?
No alcanzo a desayunar, ¿dónde deje las llaves?
El cenicero atiborrado. Que no se me olvide pasar a comprar.
Gotas en los ojos, algo de perfume, una aspirina.
Una sonrisa al espejo, último ajuste a la corbata.
Por la noche leeré la correspondencia.
Todas las luces apagadas…
Otro día más…
Acuático (...con su pecera en completo desorden...)
no sé di dormí acompañado, creo que sí.
Los autos están más ruidosos esta mañana,
El despertador lleva doce minutos sonando.
Levanto mi cabeza y la dejo caer,
el dolor en mis sienes me atraviesa,
cruza mis incipientes canas,
cruza mis pensamientos turbándolos.
El techo está donde mismo,
El sonido de los niños en el colegio,
una pelea en un departamento vecino,
la música adolescente estúpidamente matinal.
Una marca de lápiz labial en la almohada,
el maldito reloj que sigue torturándome,
mis pasos lentos, mis ojos rojos,
dos copas vacías, dos tazas de café a medias.
Un correo electrónico entrando en mi computador,
es ella saludándome, dándome los buenos días.
El aire entra por la ventana, frío y cortante
azotándome la espalda desnuda.
Otro día, otra noche, ¿tengo reunión temprano?
No alcanzo a desayunar, ¿dónde deje las llaves?
El cenicero atiborrado. Que no se me olvide pasar a comprar.
Gotas en los ojos, algo de perfume, una aspirina.
Una sonrisa al espejo, último ajuste a la corbata.
Por la noche leeré la correspondencia.
Todas las luces apagadas…
Otro día más…
Acuático (...con su pecera en completo desorden...)