Fin de Semana Largo

abril 29, 2007



Terminé mis pendientes,
terminé mis labores,
ahora estoy en un rato de nada,
de mucha nada,
de poca nada,
de nada nada.

Fui a una librería,
me hice de un libro de Lihn,
este fin de semana, fin de nada,
me encerraré a leer,
el libro mi compañía,
tal vez sí,
tal vez no,
tal vez.

Bueno,
además de leer,
puedo por ejemplo,
mirar el techo,
tocar guitarra,
escuchar música.

Entre cada una de esas cosas,
pudiera escribir un verso
o quizás,
sólo quizás,
volver a mirar el techo,
o quizás no.

Puedo pestañear,
cerrar los ojos un instante,
o muchas horas,
sonreir callado,
o reir a carcajadas,
quitarme el sombrero delante del mundo,
y observar como se desarma,
como el techo que se viene encima,
el mundo que se desarma.

Tal vez,
después de nada,
… sólo escriba.



Acuático (… nada ndo en su pecera …)


Mujeres

abril 22, 2007




La mujer irreal me miró con sus ojos oscuros,
yo pensaba en los ojos de la mujer imaginaria.
La mujer irreal me regaló el calor de su sonrisa,
yo soñaba en un abrazo imaginario.

La mentira y la verdad se fundieron en una misma noche,
la quimera cayó en pedazos sobre los pétalos de una flor.
El nuevo otoño marchitó las hojas de una ilusión,
crepitantes las escamas de una fábula se descascararon.

El humus del bosque brumoso humedeció mis manos,
el barro frío y espeso entumeció la ilusoria irrealidad,
el vicio imaginario mostró la transparencia de su silueta espectral,
la ingenuidad peregrinó a las tierras de la desilusión.

Se difuminó la imaginación, se difuminó la irrealidad,
la bruma ha dado paso a la luz y a la claridad,
los senderos de la piel comienzan a bifurcarse,
la húmeda y templada diversidad se extenderá.

La oscuridad es cómplice del vano artificio,
en el horizonte las montañas comienzan a blanquear,
las últimas luces se apagan, luces irreales,
las últimas nubes se evaporan, nubes imaginarias.


Acuático (... con bruma en la pecera ...)

Una noche sin destino

abril 01, 2007




Caminé muchas cuadras aquella noche,
mi mente divagaba en recuerdos viejos,
recuerdos felices, recuerdos tristes,
recuerdos en compañía, recuerdos en soledad.

Una pequeña bujía roja iluminaba la calle,
entré en la pequeña cantina del ayer,
crucé la línea de ese mundo irreal,
manteles plásticos de cuadros rojos y blancos.

El piso disparejo a medida del bamboleo alcohólico,
un vaso de vino, barato y embriagante elixir,
la mirada perdida entre otras miradas perdidas,
un desconocido en un mundo de desconocidos.

Dos borrachos discutían, de política, de deporte,
por una mujer, por religión, que se yo,
ella se fue, ella ya no está,
una gota de vino dibuja su cara en la mesa.

La trémula luz amarillea la escena,
me expulsan del local aún no sé porque,
la oscuridad silente no me dice nada,
vago sin rumbo en esta noche sin destino.


Acuático (... sin saber hacia donde nadar ...)