Cristales

agosto 22, 2008


Una lágrima de cristal rodó por su blanca mejilla,
cubrióse la cara con sus largas manos,
sollozó en silencio por el olvido, por la noche,
por la decepción, por la soledad.

La traición marcó una gota de aire en su alma cristalina,
la luz se descompuso en una tonada de grises
y sus ojos profundos de oscuro cristal
vaciaron la desilusión en un torrente de dolor.


Su cabellera desordenada de largos cristales
no parecía enterarse de la crueldad del destino
y dos largos mechones le cruzaban el rostro
jugueteando con las amargas gotas de sol.

Sus blancos dientes mordían la mentira
y sus labios, de amor olvidados,
ocultaban las palabras que ya no pronunciaría,
que ya sentido no tendrían.

Afuera llovía y níveos los ojos del cielo
iluminaban la delgada silueta de grácil ave
que ha relegado el vuelo para volver a caminar.
Alas de cristal cansadas, melancólicas, aletargadas.