La subida ¿?

El fin de la escalera ya se percibía entre las nubes,
mi esfuerzo y paciencia parecían coronarse,
sólo un par de peldaños y he llegado.
Pero no era el fin, sólo era un descanso de la escalera.

¡ Y no continuaba subiendo, comenzaba a bajar !
No se veía el fin y yo no sabía si quedarme inmóvil,
echar a correr, comenzar a bajar o lanzarme al vacío.
El final no era final, el último esfuerzo no sería el último.

Llevo dos semanas descendiendo, cayendo,
casi no se queda luz, el aire está enrarecido,
el sopor me invade, piernas y brazos se me acalambran,
el mareo bamboleante hace presa de mí entre peldaño y peldaño.

¿Por qué sigo? Porque no está en mí devolverme.
¿Por qué sigo? Porque tengo la estúpida esperanza
que el final está mas cerca adelante que atrás.
¿Por qué sigo? La verdad, ya no sé porque sigo…

Las paredes me resecan con su salobre y polvoriento beso.
Los peldaños me corroen los pies cansados.
La oscuridad dilata mis pupilas hasta perder el color.
El recuerdo de los peldaños anteriores marchita mi mente.

¿Por qué sigo? … Dime tú el por qué…


Acuático (… bajando … bajando … bajando …)