Hoy cometí un error, una vez más ...
Hoy cometí un error, ¿Por qué debería de asombrarme? ...
Acaso la vida no es eso, un cúmulo de errores, al menos la mía ha sido así...
Recuerdo errores de niño, errores de joven, errores de adulto, ...
Recuerdo cuando a ella le dije, o tal vez no le dije, no lo recuerdo ya, ...
pero también eso fue un error.
Tal vez no debería haberlo olvidado, tal vez ese sea mi error, el olvidar,
cuando uno olvida un error, invariablemente lo vuelve a cometer.
¿Cuál era su nombre? ... Carolina, ... Catalina, ... Abelina, ...
la verdad no creo que se llamara Abelina, probablemente eso si lo recordaría.
¿Por qué no anoto mis cosas? ¿Por qué confío en mi memoria?
¿Por qué sólo tomo mi lápiz para firmar cheques o escribir tonteras como ésta?
En realidad en éstas líneas habría sonado mejor "tomo mi pluma",
pero nunca me acostumbre a escribir con una pluma.
Es cierto, seguro que no se llamaba Abelina, ese nombre si lo habría escrito,
lo habría dejado reflejado en mi cúmulo de papeles y recuerdos que hoy he perdido.
Hoy cometí un error. He perdido mis papeles, mis cuadernos, mis anotaciones,
he perdido el verdadero nombre de Abelina y he perdido el recuerdo de sus noches.
He perdido las melosas poesías que le escribía de joven, cual galán enamorado
y que ella con sus ojos grandes leía ante mí con fingido interés.
Hoy cometí un error. He perdido aquellas líneas escritas por un joven de alma inocente,
de alma enamorada, de alma revolucionaria, llena de ideales y esperanzas.
He perdido aquellos versos de amor, versos de cama y versos de dolor por el cariño perdido.
He perdido aquellos versos de revolución ante la tiranía que nos oprimió.
Es cierto, ... es cierto, ... valor literario, .... ninguno, ... de verdad ninguno.
Pero con que felicidad volvería a leerlos.
Recordar los tiempos idos, como esperanza que ya se fue.
Recordar en estos tiempos de cobardía, las luchas y cantos a la libertad que nos unieron tras un ideal.
Recordar en mi soledad, a aquella mujer de cintura breve y generosos muslos blancos,
tan blancos como la pureza de sus grandes ojos ... creo que se llamaba Abelina.
Pero nada de eso será posible ahora, porque hoy cometí un error y ni los recuerdos quedan ya.
Cuando se ha perdido el futuro, no hay peor error que perder también el pasado.
Hoy cometí un error.
Escribo estas líneas para comenzar un nuevo pasado.
Para nacer en nuevas anotaciones y dejar plasmado este error en la memoria de mis escritos,
por que nunca más quiero volver a escribir,
hoy cometí un error.
El Error
septiembre 11, 2006Publicadas por Acuatico a las 8:08 p. m.
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1 comentario:
Gracias por compartir conmigo tú espacio.. tal como te lo dije una vez eres y sigues siendo un hombre muy especial, cuando nos conocimos compartimos penas alegrías, y eso se agradece, no olvides que tienes un lugar especial en mi corazón. no dejare mi nombre (pero gracias por acordarte de mi.. con tus llamados) @->->---
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