Frente al mar, atrás del mar, en el mismo mar

noviembre 28, 2006



La poesía se instaló frente al mar.
Tres pelícanos jugueteaban con las olas.
Frente al mar, atrás del mar, en el mismo mar.
Nadie se veía en esta tarde solitaria de primavera.

El sol arrebolaba el horizonte
en sus últimos juegos de colores.
Un viejo tronco carcomido por la sal,
estiraba sus emblanquecidos brazos
en un póstumo intento por reptar.

¿Hacia dónde?
                    Quizás hacia otros árboles…
                    Quizás buscando una nueva oportunidad…

¿Por qué?
                    Por el vivir, por el morir, quizás sólo por lo primero…
                    Por tu ausencia, por tu presencia, quizás sólo por lo primero…

¿Desde cuándo?
                    Desde siempre, la arena caliente le quema el vientre…
                    Desde siempre, la arena húmeda de la noche lo carcome…

¿Hasta cuándo?
                    Hasta que las olas salobres deshagan su última llaga…
                    Hasta que de mi pluma brote la última letra…

El viento golpea mi rostro con los corpúsculos de la tierra.
Mis labios resecos están cerrados. Mis ojos resecos están cerrados.
Escucho el mar, huelo el mar, siento el mar en mis pies helados.
Mi piel se descascara como la corteza de aquel tronco. Mi alma se deshoja.

Las escaras de mi alma se convierten en estas letras,
escritas frente al mar en donde te vi sumergirte la última vez.
Las gaviotas reclaman con rabia mi intromisión en su soledad.
Las olas mecen suavemente la espuma de tu recuerdo.


Acuático (… recordando el mar desde su pecera…)

Un nuevo mundo

noviembre 19, 2006




¿Que resultaría si un día se juntaran todos los poetas del mundo?
¿Qué pasaría si en este lugar confluyeran todas las letras?
¿Qué pasaría? ¿Qué pasaría?
Una copa de vino, un bar bohemio y la poesía.

La poesía fluyendo melancólica,
con rabia, con amor, con encanto, con alegría...
La poesía elevándose en el aire,
con gracilidad hacia una nueva luna, hacia un nuevo sol.

El mundo construido nuevamente en cada línea,
en cada verso, en cada palabra.
El mundo visto distinto,
el mundo visto con otros ojos, un nuevo mundo.

Un horizonte de arreboles de grises y de color.
Un cielo diáfano de nubarrones tormentosos.
Un río sonoro, raudo, danzante y cantor.
Un océano verde esmeralda infinito en su azul.

Los niños con miradas inocentes y tristes y alegres.
Los ancianos con sus arrugas marcadas por el tiempo.
Los jóvenes límpidos en su andar hacia adelante.
La naturaleza imponente como un gran óleo sobre el telón.

Y el amor… y el amar… y lo amado… y la amada…

Infinitas alusiones al querer, al olvidar y al volver a querer.
Eternas miradas a ella… a ella… a ella...
A ella que es todo y a ella que también lo fue.
A su alma y a su piel, a su cercanía y a su lejanía.

La poesía inundando el aire,
rodeando cada curva de tu cuerpo,
llenando cada espacio de tu vida,
luz y sombra de tu paisaje.



Acuático (... mirando como las burbujas de su pecera se convierten en letras ...)


¿Un sueño?

noviembre 06, 2006




No puedo recordar con exactitud los detalles.
Creo que no era verano, hacía algo de frío,
aunque me parece que fue el pasado mes
o tal vez muchos años antes del desvarío.

Tal vez tampoco sucedió y fue un sueño.
Las dos siluetas en el crepúsculo enlazadas.
Esa misma noche en que se inicio el fin.
Las dos almas en un instante conectadas.

La negación dio paso al desencanto
y la bruma del olvido cubrió aquella noche.
Entre las dos siluetas se acabó el canto.
Se separaron,… se alejaron.

La verdad el sueño parecía muy real,
mas hoy me es difícil de recordar.
Estas son las últimas palabras que escribo
sobre aquella ficción o aquella realidad.

Pregunto a las siluetas de la noche
donde se ha ido aquel momento,
donde se ha ido la esperanza,
de aquel, ese sueño perfecto.



Acuático (... soñando despierto en su pecera ...)